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martes, 1 de diciembre de 2015

¿No nos da vergüenza que pueda ser Rajoy el candidato más votado?

No puedo más que hacerme cruces de pensar, que por mucho que se igualen las fuerzas, que pierda fuerza el bipartidismo, que haya un rejuvenecimiento de los líderes políticos, en todas las encuestas el candidato más votado es Rajoy.
¿Qué dice eso de este país? Un hombre que ha quedado meridianamente claro que activa o pasivamente, no sé que es peor, ha sido cómplice de una red de corrupción que ha ayudado a financiar ilegalmente el Partido Popular sigue siendo el elegido por la mayoría de un país. Por si no fuera poco su papel en la corrupción, que aunque fuera el mejor estadista de la historia sería razón suficiente para no salir, es nulo como gobernante.

Ha metido a este país en la época de más diferencias sociales en la democracia, eliminando la clase media, permite que nuestros jóvenes se marchen porque no tienen trabajo, nos ha sumergido en la peor crisis territorial de este país en siglos por su nula capacidad de negociación, no ha disminuido en nada el número de parado, pero si lo ha hecho en afiliados, multiplica los contratos precarios, elimina derechos de los débiles, no  trabaja en la igualdad, no hace nada para para el asesinato de género, se carga la sanidad y la educación pública... Podría continuar hasta el infinito y a pesar de eso, es muy posible que sea el más votado, debe ser porque es del Madrid y ha salido en la Cope comentando, de forma bastante regular, el deporte rey. ¿No nos da vergüenza? O somos analfabetos, o somos unos corruptos, o directamente carecemos de un mínimo de cacumen. 

¿Es esto lo que valoran del presidente?

Pero ojo, si se nos tendría que caer la cara de vergüenza la cara a los habitantes de este país, ¿qué tenemos que decir de los nuevos políticos de este país? ¿Por qué, coincidiendo todos en lo que he dicho antes, no son capaces de decir que bajo ningún concepto le votarían en una investidura? Pues porque les puede más el poder que el servicio a sus ciudadanos, que término tan a cuento. Y lo digo porque Albert Rivera, líder de Ciudadanos, una persona que creo que tiene mucha más capacidad que Rajoy, y que no dudo que lo podría hacer mucho mejor que Rajoy, no es capaz de romper la baraja y dar un paso al frente, demostrando que es un político mucho más preparado, pero al fin y al cabo de derechas pura y dura.

Y no es al único que le quiero reprochar cosas. En uno de los peores momentos de este país en décadas, donde los más débiles ven como se van consumiendo sus ilusiones, la izquierda tendría que dar un paso al frente y sacrificar sus egos por el bien de los ciudadanos. Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Alberto Garzón deberían de trabajar unidos en echar al mal de este país, y luego ya hablaremos, pero no, vamos a ver quien es el que se lleva el podium de la izquierda y los otros que arreen.
Si pensaran en los ciudadanos, otro gallo nos cantaría

Que no me vengan con la cantinela que vienen a la política para servir a los ciudadanos porque es mentira, y nosotros, para la poca democracia que nos dejan, aprovechemos nuestra oportunidad y no dejemos entrar a la derecha que no hace más que quitar derechos a los que menos tienen.

sábado, 31 de octubre de 2015

¿Que España no se toca? Hace mucho que sí, y entonces no os habéis movido

El conflicto catalán continua, y eso provoca cruzadas patrióticas en pos de que el país de los reyes católicos no se destruya. El último que se ha llenado la boca de eslóganes españolistas es Albert Rivera. En el FORO ABC, no podía ser mejor sitio, ha propuesto un pacto nacional para "no romper España".

Sin entrar en el tema de la necesidad o no de un pacto nacional por el tema de la independencia de Catalunya, lo que si me parece increíble es que estén los políticos erigiéndose en los defensores de la unidad del país, cuando este país está roto en pedazos a causa de la mala gestión de la clase política. Un país que cada vez tiene más personas al borde de la pobreza, menos gente afiliada a la seguridad social, con una clase media adelgazada, con unas diferencias cada vez mayores entre los ricos y los pobres y con una corrupción imparable entre los políticos, como pueden decir que no quieren que se rompa España. ¿Por qué no lo han pensado antes, ellos que son los principales fragmentadores de la confianza de los ciudadanos? ¿O acaso todo lo que han hecho para destrozar los derechos de los españoles no es romper el país?


A menos de dos meses de las elecciones del 20D están dándose codazos a ver quien es el que defiende más a España y su unidad en contra del demonio disfrazado de Artur Mas. España hace mucho tiempo que se toca en forma de privatización de la sanidad y la educación, desahucios abusivos, rescates a bancos y píe en el cuello a los ciudadanos con clausulas suelo ilegales, contratos basura, precios abusivos en servicios básicos. 

Si quieren luchar porque España no se rompa, que luchen por defender a este país delante de los abusos que se han cometido más allá de los Pirineos, desde que Zapatero hincó la rodilla ante Merckel y vendió nuestra soberanía con la complicidad de Rajoy en lo que único que le apoyó en dos legislaturas. Eso también fue romper España.



¿Que España no se toca? Más bien diría yo que qué queda en España por tocar...

sábado, 3 de octubre de 2015

Mi análisis de los resultados del 27S

Tras unas elecciones, lo habitual es que prácticamente todos los partidos políticos tengan un discurso que parece que han ganado. Éstas no han sido una excepción. Todos han ganado, pero mi opinión es que, por las posturas que veo tras el 27S, todos hemos perdido.
En unas elecciones autonómicas convencionales, el triunfo de la candidatura de Junts pel Si (JxSI) sería incuestionable, 62 escaños sobre un total de 135. Si a eso añadimos que sumando los 10 escaños de la CUP hay mayoría absoluta de candidaturas independentistas, negar ese éxito parece, como mínimo, aventurado. Sin embargo, la propia insistencia de JxSI en que se trataban de unas elecciones plebiscitarias es lo que ha dado píe a cuestionar esa victoria. 

Desde ese punto de vista, el porcentaje de votantes a favor inequívocamente de la independencia quedó por debajo del 48%. En esa trampa electoral los no independentistas se han aferrado a la presa y manifiestan a los cuatro vientos que el 52% de los votantes no quieren la independencia. Aquí aparece una primera trampa, a la cual se han aferrado ambos bandos. Los independentistas no dudan en restar de los contrarios a la independencia a los votantes de Catalunya Si que es Pot y a Unió Democràtica porque ambos están de acuerdo con el derecho a decidir. Estoy de acuerdo en ese argumento, puede haber personas que votaran si a la independencia entre esos votantes. 

Los primeros espadas de Junts pel SI

Lo que no he oído ni a Mas ni a Junqueras decir que lo que es inequívoco es que todos esos votantes, más los que han votado a partidos no independentistas, están en contra de una independencia no pactada con el gobierno central. 
Las otras cuentas que no se han dicho con claridad es que todos los escaños que no son de JxSI están en contra de que Mas siga de presidente, incluidos los 10 de la CUP. Eso el señor Mas tampoco lo dice.
Los no independentistas deberían de tener mucho cuidado en quitar legitimidad a una opción porque no llega al 50% de ciudadanos. ¿Alguien quita legitimidad al gobierno del PP con mayoría absoluta sin llegar tampoco al 50% de ciudadanos que les votó? Queda patente que las cifras son frías, pero las maneras de interpretarlas pueden ser múltiples.

Lo que para mi es incuestionable es que hay muchas personas a favor de la independencia y muchas en contra, y me parecería injusto que un bando u otro quisiera imponer su criterio al otro sin dialogar y sin tratar un punto en común dialogado y negociado. En eso es en lo que me baso diciendo que todos hemos perdido. Si cada extremo de la cuerda se enroca en su posición sin querer entender al polo opuesto, la cuerda se romperá y todos nos caeremos. 

No podemos mirar a otro lado amparándonos en números. Casi un 50% de catalanes han votado a favor de la independencia, no podemos mirar a otro lado si queremos buscar un marco de convivencia pactado entre todos. Si el gobierno central impone su posición sin dialogar, seguirá siendo una máquina de independentistas, y me parecerán cargados de razones por la intolerancia de los políticos.
Rajoy, con su dedo acusador, sigue fabricando independentistas

jueves, 13 de agosto de 2015

¿Violencia de género? No, terrorismo machista

Basta ya de eufemismos, ni violencia de género, ni decir que las mujeres se mueren, estos son asesinatos y terrorismo machista puro y duro. Vergüenza profunda es lo que siento como hombre al ver como una sociedad que se califica de culta y moderna, es cómplice mirando hacia otro lado ante el asqueroso machismo que nos invade.

Desde el año 2003, primer año donde se realizan estadísticas oficiales sobre este tipo de crimen, son casi 800 las mujeres asesinadas. Por desgracia es probable que este número sea mayor, ya que hay muertes no esclarecidas, en parte por el encubrimiento de una buena parte de la sociedad. Este número es superior proporcionalmente a los 829 asesinatos atribuidos a ETA desde el año 1960 al 2010. Así como en el terrorismo no existe ninguna duda en que todos los partidos políticos han de ir a una para conseguir erradicar esa lacra, ¿por qué no ocurre lo mismo ante el terrorismo machista?

Este problema nace desde la cuna, cuando en muchas familias se potencia una superioridad del hombre hacía la mujer que da derecho a secuestrar lo más preciado que tiene una persona: la libertad. Es frecuente las parejas de jóvenes, casi niños, en las cuales el chico controla a la chica, ya sea espiando el móvil, o interrogándola acerca de lo que hace o deja de hacer cuando no están juntos. Esas actitudes son la semilla de futuros maltratadores. Este tipo de acciones son vistas por muchas personas, y no sólo hombres, como si la mujer fuera propiedad de su pareja. Esto ocurre en pleno siglo XXI. No son batallitas de nuestros abuelos, en aquellos tiempos donde el hombre era el jefe de la casa y eso le daba derecho a tratar a la mujer como un mueble más de la casa.

En la actualidad, pese al esfuerzo que hace la mujer para que se le trate como se merece, con igualdad, son mas que patentes los desequilibrios que hay en cualquier orden de la vida que revises: trabajo, educación, política, deporte...Esta desigualdad la mamamos desde pequeños porque se nos inculca, directa o indirectamente mediante una educación absolutamente sexista. La toleramos los hombres y de forma increíble muchas mujeres.

Hasta que todos los partidos políticos no se tomen en serio esta lacra no parará. Se necesita una profunda reforma de la educación de este país para que haya tolerancia cero desde pequeños, para que se informe de cuales son los primeros indicios en una relación que pueden desencadenar en violencia de género. Hay que incrementar el amparo de la mujer para que denuncie desde los primeros momentos que vea invadida su libertad. Tiene que existir un incremento de la seguridad que se da a todas las mujeres que hagan denuncias. Se tienen que incrementar la dureza de las penas a los hombres que se demuestra que acosan a las mujeres. Tienen que penarse a todas las personas que son cómplices de este delito, y son cómplices todas aquellas personas que lo saben y miran a otro lado. Se tiene que hacer publicidad de todos los hombres con denuncias probadas por acoso. Seguro que hay muchas más cosas que podemos hacer, pero entre todos debemos implantarlas.

Todo lo que hagamos es poco par terminar con este crimen que cada mes mata a muchas mujeres y que supone una de las vergüenzas más grande, si no la que más, que puede tener una sociedad. Tolerancia cero al machismo, a todos aquellos que se crean superiores a nadie por el hecho de tener unos órganos sexuales diferentes, porque realmente son ellos los que son inferiores a cucarachas. No quiero volver a sentir vergüenza de ser un hombre, luchemos contra ese terrorismo de una vez por todas.


sábado, 8 de agosto de 2015

¿Y la izquierda española como se posiciona delante del 27S?

A menos de dos meses de las elecciones catalanas del 27S la postura de la política española en general, y de la izquierda en particular, no se mueve un milímetro del discurso que son elecciones únicamente autonómicas y no son plebiscitarias. A mi me parece fenomenal que se crean ese discurso, pero da la casualidad que unos cuantos dicen lo contrario, con lo que la mayoría de los votantes iremos con la idea que nuestro voto puede ser decisivo para el futuro de Catalunya dentro o fuera de España. 
No voy a entrar en discusiones sobre si la mayoría sale en favor de la lista independentista se podría legalmente declarar la independencia de forma unilateral. Ni siquiera voy a entrar en discutir acerca de porqué Mas utiliza el tema de la independencia para tapar su política de recortes. Aunque no se lo crean Pablo Iglesias, Pedro Sánchez, Alberto Garzón y demás políticos nacionales, eso no es lo importante. Lo importante es que hay una mayoría de catalanes que queremos tener derecho a decidir sobre nuestro futuro, y que además muchos catalanes, no sé si la mayoría, quieren separarse de España. 

Mala solución tiene el problema con cada uno mirando para un lado

Los políticos de izquierda comienzan a darle vueltas al tema del modelo federal, de la indudable idiosincrasia del pueblo catalán y demás conjeturas, pero pocos se paran en una pregunta clave: ¿por qué quieren separarse de España? Si no sabes el porqué, no puedes dar argumentos y soluciones a que no ocurra. El argumento, probablemente legal, que el futuro de Catalunya tiene que ser votado por todo el estado es ilógico en circunstancias cotidianas. Cuando un joven se quiere ir de su casa, ¿se vota entre todos los miembros de la familia si se puede ir o no? No, se va porque se quiere ir, aunque el resto de miembros de la unidad familiar estén en contra. Seamos lógicos, no es normal que un problema como éste se simplifique con que todos debemos decidir sobre Catalunya. 
Además, por si no fuera poco con todo lo que ocurre en Catalunya, en el resto del estado existe un sentimiento generalizado anti catalán. Sinceramente no creo que esa posición, acentuada por la derecha cañí, ayude a que en Catalunya se quieran quedar en un entorno donde se percibe un tufo anticatalanista.
Es por todo esto que los políticos nacionales que son en teoría de izquierdas, de los de derecha no espero nada, deben de concentrar sus fuerzas, no en discutir las cuestiones legales de si Catalunya se puede o no independizar, sino en dar argumentos a los catalanes de como buscar un modelo que reconozca y respete su singularidad dentro de un marco conjunto. De paso no estaría de más en aconsejar al resto del estado que el camino para que Catalunya no se quiera ir no es decir que no os podéis ir porque no queremos, sino precisamente que el camino es decir no os vayáis porque os queremos. Sin este supuesto, no tendría lógica que Catalunya siguiera dentro de España.

Se quiere o no ver, es mucha la gente que quiere la Independencia

sábado, 25 de julio de 2015

¿Qué es más importante, la independencia o la ciudadanía?

Como introducción definiré mi posición con respecto a la madre de todas las madres, la independencia. Estoy absolutamente a favor del derecho a decidir de Catalunya mediante una consulta pactada con el gobierno central. Yo votaría no, pero si votara más del 50% de la población censada y saliera el sí lo acataría perfectamente.

Dicho esto, no me interesa ese tema, lo que me interesa es que hace aproximadamente tres años, desde la masiva Diada del once de septiembre de 2012, que no existe nada más en la política catalana que la independencia. Da igual que haya numerosos escándalos alrededor de la financiación irregular de CiU, da igual el caso Pujol, incluso da igual la reciente encarcelación de Jordi Sumarroca, hijo de unos de los padres de Convergència, la cuestión importante es que Mas es el Mesías que llevará al pueblo catalán al paraíso de la independencia.

Recientemente se hizo pública la lista conjunta de "Junts pel Sí" que une a figuras representativas del independentismo, junto a Convergència y a ERC. Si esta candidatura vence las elecciones del 27S, el próximo presidente de la Generalitat será Artur Mas, apoyado por un partido de ¿izquierdas? como el partido de Junqueras.

Convergència y Mas llevan el suficiente tiempo en el gobierno para concluir una serie de temas. Es un partido de derechas con lo que favorece la privatización de la sanidad y de la educación y no le importa las necesidades de los más desfavorecidos. Convergència es tan de derechas como el PP con la diferencia que el nivel humanístico de Mas es inmensamente superior al de Rajoy. En resumen, más formado pero con el mismo tipo de política basado en los recortes. Por si esto no fuera suficiente para ver por donde va CDC, en los últimos tiempos se ha añadido el tema que parece que la única población que puede tener derechos es la que está de acuerdo con la independencia, los demás no somos catalanes de primera división. Es un concepto que choca con la democracia pero es así.

Las elecciones autonómicas catalanas están a la vuelta de la esquina, y aunque Mas las enfoca como unas elecciones plebiscitarias, lo cierto es que se decide el futuro gobierno de Catalunya que acarreará un programa electoral con una serie de medidas que afectarán a la ciudadanía. Que me perdone todo el mundo, pero a mi lo que me importa es que medidas va a hacer el futuro gobierno, y como afectarán esas medidas a mi bolsillo y a mis derechos como ciudadano ¿Ha explicado alguien que por el hecho de ser independientes en que va a cambiar nuestro día a día? Si gana la lista de Mas, ganará un partido de derechas ¿Alguien conoce algún país del mundo donde gobierne la derecha que miren por el bien común de la ciudadanía, por los más necesitados, y por preservar los bienes públicos? Lo cierto es que un número importante de la población deja esto en un segundo plano y apuesta primero por la independencia, como si el hecho que te machaquen en un país en vez de una comunidad autónoma sea menos doloroso. Nadie conoce el programa de Mas porque da lo mismo, y eso es muy peligroso.

Mas y Junqueras unidos por encima de tod0


Mas ha conseguido tapar su política de recortes con su giro independentista, la única manera de pasar a ser un President a la altura de Companys o Tarradellas. Pues bien, tengo la esperanza que a mucha gente lo que verdaderamente le importe es tener dinero a fin de mes para poder comer y que nuestros hijos puedan tener un futuro. Para ello lo importante es aplicar políticas sociales, que favorezcan el empleo y el cuidado de los más débiles, y eso, a día de hoy, sólo lo pueden hacer verdaderos partidos de izquierda, no aquellos que son capaces de tapar recortes para conseguir la independencia, como está haciendo, de forma lamentable, Junqueras con ERC.

El único camino es la izquierda, y como el PSC está sometido a un debate interno infinito de que posición debe tomar ante la independencia, no queda otro camino que buscar una candidatura de unidad popular con personas que para ellos lo primero sea hacer políticas de izquierdas y lo demás ya vendrá después. El único camino que queda para la esperanza de Catalunya y el resto de España es una unión sin siglas de todas las personas de izquierda de verdad. En un proyecto donde quepan todos los que se sientan cómodos con ello, los que no les importe ganar el centro, porque lo que hay que ganar de verdad son los derechos de la ciudadanía. 

Se ha terminado el tiempo de política de siglas, hay que hacer política de ideas y hechos, y no necesariamente mediante partidos políticos. Plataformas como Somos Izquierda que buscan la unidad de la gente de izquierda para marcar un programa con el que intentar orientar a los partidos son herramientas tan válidas como los partidos que se presentan a las elecciones.Quizás estas elecciones sean muy prematuras para movimientos de unión popular, pero el camino está marcado y candidaturas como la de "Catalunya si es pot", encabezada por Lluís Rabel, van en la línea a seguir en política. Esta confluencia que busca el beneficio de la gente y a posteriori el que la gente pueda votar de que manera quiere relacionarse con el resto del estado. 

Lluís Rabel, candidato de Catalunya si es pot

lunes, 20 de julio de 2015

Ser de izquierdas debería estar por encima de los partidos

El origen del concepto político de izquierda y derecha data de los tiempos de la Revolución Francesa, donde lo que optaron en la Asamblea Nacional Constituyente por dar poder absoluto al rey se situaban a la derecha y los que ponían por delante del poder real a la soberanía nacional, se situaron a la izquierda. Este punto de partida, quizás anecdótico para muchos, es una clara declaración de intenciones del concepto abstracto de "ser de izquierdas": el poder está en el pueblo. 

Lo cierto es que la esencia de la izquierda, esa idea que el poder está en el pueblo está más de moda que nunca. Los partidos de izquierda tradicional, y más concretamente el PSOE, ha coqueteado demasiado con políticas más cercanas al centro derecha cuando ha gobernado y eso sus votantes no se lo han perdonado. Además viendo que el PSOE deja escapar ocasiones únicas para reivindicar su categoría de partido de izquierda como sería su rechazo absoluto a cualquier forma de gobierno no democrática, como es la monarquía, o su posición inequívoca contra Alemania en el acoso y derribo que hace a los países del sur, la gente se cansa y busca alternativas. 

Imagen:conceptodefinición.de

Esa búsqueda es lo que ha hecho la aparición de partidos como Podemos, partidos que en su origen clamaban por un concepto democrático absolutista, todo se decide entre todos. Luego rascando, rascando, también tenía su truco...
Lo cierto es que somos muchos los que nos declaramos de izquierdas que tenemos meridianamente claro que líneas rojas son infranqueables e innegociables. Y eso lleva a que los partidos dejan de ser una herramienta para convertirse en un obstáculo, ya que no defienden las necesidades y peticiones del pueblo. Muchas personas de izquierda ven que los partidos se quedan cortos para reivindicar todo lo necesario y es por ello que no queda otro remedio que buscar la confluencia mediante iniciativas de unidad popular que no les preocupe quedar mal con poderes fácticos, si no que su único interés sea el interés general ¿Es eso demasiado pedir?

Cada vez somos más que no buscamos el voto al menos malo porque eso no es suficiente para parar que una Merckel de turno decida en la distancia cuanto tienen que cobrar mis pensionistas, o si mi sanidad tiene que dejar de ser universal. Y si tenemos claro que ningún partido cumple al 100% nuestras necesidades, no es extraño que hagamos al revés, definamos nuestras necesidades e intentemos que los partidos las asuman como suyas. Eso no es ser traidores a los partidos de izquierda, todo lo contrario, lo que se busca es enderezar esos caminos que se han torcido para conseguir el beneplácito de unos supuestos votantes de centro.

Para todo aquel que se considere de izquierdas lo principal debe ser nuestros principios e ideales y si no los cumplen nuestros "queridos partidos" debemos hacer lo posible para encontrarlos donde sea e intentar contagiar a esas siglas ansiosas de poder. ¿Es eso ser un traidor? Prefiero ser traidor que engañarme a mi mismo, lo siento. Por eso soy de izquierdas, por eso SomosIzquierda.

Movimiento 15M, el principio del fin de la política tradicional



domingo, 12 de julio de 2015

¿A quién hace daño una confluencia de la izquierda?

En las últimas semanas el panorama de la izquierda está especialmente activo. Sin tanta parafernalia mediática como otros se presentó el pasado 20 de Junio la plataforma Somos Izquierda, un proyecto de buscar líneas en común de todas las bases para poder influir en los partidos, pero no formar un partido propio. Más recientemente, y a una velocidad casi supersónica, surgió la propuesta Ahora en común, con otra intención, ya que este proyecto si busca presentarse a las generales. Casi de una forma contra programada, Podemos hizo una demostración de músculo en el foro por el cambio criticando todos estos movimientos y atribuyéndose la medalla de ser los únicos capaces de ser una alternativa a los partidos tradicionales. Todos estos movimientos son mirados por el PSOE, entre una mezcla de desprecio e incredulidad, como diciendo que para que se quiere una confluencia, si ellos son esa aglutinación de la izquierda.

Y con todos estos ingredientes de la ensalada, las personas que somos ideológicamente de izquierdas no tenemos un panorama fácil. El PSOE, lejos de hacer una autocrítica de porqué no hace más que perder votos, y el porqué la mayoría de sus votantes son mayores de 50 años, no hace más que decir que entiende el mensaje de la ciudadanía. ¿Si lo entiende, porque no corrige esas sensación que ya es solo un partido de izquierdas en las siglas, pero en la realidad se muere de ganas por invadir el centro? El PSOE tiene que ser humilde y aprender de sus errores, así como modular sus necesidades a los de la población actual.

Por otro lado tenemos a PODEMOS. Su aparición ha marcado un antes y un después en la política española. Era imprescindible una aparición de este tipo en este país para reactiva la ilusión, y para que los partidos tradicionales vieran que se les terminaba el chiringuito. Pero ese papel no les hace ser los jueces de quienes son los buenos y los malos en esto de la política. No les da el derecho a decidir quien vale para la regeneración de este país ni cuales son las herramientas para conseguirlo.

Entre las dos aguas de lo tradicional y lo progresista se queda IU. Un partido implicado, pero con una estructura muy encorsetada. Las circunstancias han llevado a un hombre como Alberto Garzón, atrapado en unas siglas, pero con una mentalidad más abierta en cuanto a las confluencias. Como buen discípulo de Anguita, no puede ni ver a nada que huela a socialista aunque venga en son de paz. Si lo que quiere Garzón es confluencia, el primer paso es no cerrarse a nadie que quiera sumar.

En medio de estas guerras de partidos, siglas y egos ha aparecido Ahora en común. Como idea es prometedora, pero es prematuro su evaluación. Lo que no es prematuro es hablar de la plataforma Somos Izquierda. Con varios meses desde su nacimiento, esta idea se ha ido forjando poco a poco con la unión de bases de TODOS los partidos, incluyendo algún verso libre que no se sabe ubicar en ninguna sigla. No es igual que otras ideas, no es igual que otros partidos, ¿por qué? Por que no es ni quiere ser un partido y porque su línea de pensamiento no está dictada por ninguna sigla sino porque lo piensan la gente de las bases de la izquierda.

Las redes sociales braman desde todas las siglas calificando de traición la aparición de líneas diferentes a sus partidos. ¿Es eso democrático? ¿No tiene todo el mundo derecho a buscar un marco donde se aglutine todo lo bueno que pueda haber en todos los partidos? ¿Acaso da miedo que la gente descubra que no se necesitan a mesías para salvar a nadie sino una mentalidad de sumar entre todos? Y finalmente, ¿a quién hace daño una confluencia de la izquierda? Quizás alguien me conteste a estas preguntas, pero a la última apunto una posible respuesta, al Partido Popular.


miércoles, 8 de julio de 2015

La sanidad y la sociedad tenemos una deuda con los pacientes con trastornos alimentarios

Esta tarde volviendo del trabajo iba escuchando el programa "La ventana" y en un momento determinado hicieron una introducción a un tema que me hizo pensar. La reflexión consistía en porqué personas que sufren enfermedades como el cáncer lo cuentan con orgullo y sirven de acicate para otras personas y en cambio las personas que sufren o han sufrido un trastorno alimentario no hacen lo mismo, más bien se ocultan.
Esta introducción dio paso a una entrevista a Julia Jiménez, estudiante de nutricion y enferma de anorexia en relación a un artículo impresionante del Huffington Post donde contaba su vivencia. Os recomiendo fervientemente tanto escuchar el programa como leer el artículo, que pone los vellos de punta. Julia se abre en canal y cuenta sus miedos y su amor por la vida. Se autoafirma mediante comparaciones con otras patologías. ¿Si otras personas que padecen enfermedades cuentan sus vivencias sin pasar vergüenza, porque tiene que tenerla ella? Esta pregunta es clave para una primera reflexión.
La sociedad estigmatiza a las personas que sufren estos trastornos, por cierto, bastante más numerosos que la anorexia y la bulimia. Muchos, a veces sin querer, dedicamos los calificativos de gorditos a los bulímicos, y de caprichosas y vacías a las que padecen anorexias. Muchos consideran que son niñas caprichosas que se les va la mano queriendo ser guapas. Nada más lejos de la realidad. La sociedad en vez de ayudarlas fomenta la comercialización de unas tallas casi imposibles. Son personas enfermas de gravedad, que necesitan ayuda para superar lo que subyace, un problema de autoestima. Las personas que padecen estos trastornos no tienen culpa de nada, los familiares tampoco, pero para su curación la sociedad bien haría en aceptar a estas personas con más humanidad. Comprensión y paciencia es lo que se necesita para unos trastornos graves y adictivos para la propia persona,

El mundo de los modelos es un vivero de trastornos alimentarios
En la entrevista realizada en la SER, además del testimonio de Julia, han contado con las palabras de la Dra Gómez Candela, jefa de la Unidad de nutrición del Hospital de la Paz. Interesantísimas palabras de las que me quedo con varios puntos. De los trastornos alimentarios se debe de hablar con normalidad, pero nunca hacer publicidad de las acciones que realizan los enfermos ya que automáticamente actúan con efecto mimético en otras potenciales pacientes. Otra reflexión a la sociedad, nada de hacer publicidad sobre lo que hacen estas personas, ni hacer publicidad de las web que difunden estas acciones, sino denunciarlas.

En un momento determinado la Dra. Gómez mencionó que la anorexia y la bulimia son solo la punta del iceberg de estos trastornos, pero hay más, por ejemplo la vigorexia, y de más difícil diagnóstico, sobre todo porque, al ser menos frecuentes, se les dedica por parte del Sistema Nacional de Salud menos recursos. Estas verdades que se repiten con demasiada frecuencia no hacen más que poner encima de la mesa un problema de nuestra sanidad, los recursos van en función de las enfermedades, no de los enfermos. Todos tenemos derecho a tener recursos por parte de nuestra sanidad, ya que las personas no tienen la culpa de padecer enfermedades menos frecuentes.

Su última reflexión fue un aviso a navegantes. Mucho cuidado con comenzar dietas sin control de su médico. En muchas ocasiones las dietas descontroladas son los desencadenantes de estas enfermedades. Este último tema me lleva personalmente a una última reflexión, ¿para cuando los gobiernos correspondientes van a perseguir todos estos sistemas de pérdida de peso absolutamente falsos y peligrosos para la salud? ¿Es mejor realizar leyes contra la seguridad ciudadana como la ley mordaza que regular todo el submundo de la pseudo medicina estética y todas las dietas milagro?

En resumen, tanto la sociedad como la sanidad pública tenemos una deuda con estos pacientes. Comencemos a saldarla con sentido común, comprensión y humanidad.

Imágenes que inducen a una falsa perfección. Foto: bajardepeso10.com

domingo, 5 de julio de 2015

Grecia reinventa la Democracia

La palabra griega "democracia" ("el gobierno del pueblo") fue inventada por los atenienses para definir un sistema de gobierno de la ciudad en el cual las decisiones eran tomadas por la asamblea de ciudadanos. Aunque es cierto que no votaban ni mujeres ni esclavos, la podemos considerar el origen del concepto moderno de la Democracia.
Ahora, en el 2015, Grecia reinventa el concepto democrático, ayuda a recordar lo que es, o mejor dicho lo que debería de ser la Democracia. Los políticos deben entender que un voto cada 4 años no da carta blanca a hacer lo que quieren. Todo aquello que afecte a las condiciones esenciales del pueblo y que además no lo hubieran proclamado en su programa electoral tiene que ser decidido por él mismo. 
Pues bien, Tsipras ha decidido preguntarle a su pueblo si querían las condiciones que exigía Europa para ampliar el rescate. Si para conseguir el dinero del rescate implica que mucha gente del pueblo empeore sustancialmente sus condiciones de vida, es normal que vote la gente, y el pueblo griego ha dicho que ya no puede más, y dice NO al chantaje económico de la Troika.

A algunos se les va a atragantar el yogur griego


Que no nos engañe nadie, los griegos no están diciendo que no quieran formar parte de Europa, ni que quieran salirse del Euro, ni siquiera que no estén dispuestos a determinados sacrificios para conseguir el rescate, simplemente están diciendo que quieren ser ellos los que digan que pueden y que no pueden hacer. Y eso, que es absolutamente legítimo, Europa lo tiene, no solo que respetar, sino que lo tiene que apoyar y ser solidarios con un pueblo que históricamente es una cuna de la civilización europea. En otras ocasiones anteriores de la historia se ha sido solidario con otros pueblos (véase Alemania tras la Segunda Guerra mundial) de cara a amortizar deuda, porque tienen que prevalecer los principios humanos, no lo económicos.
Lo único que espero que esta reinvención de la democracia mediante la victoria del OXI, sea el primer paso para un contagio de este espíritu a toda Europa. Siento envidia por no haber votado la modificación del artículo 135 y siento envidia por no votar si quiero monarquía o república. El sur de Europa se tiene que unir y decir no a la actual situación de Europa. Este debe ser el final de la tiranía de los poderes económicos y el triunfo de la voz del pueblo. Respetemos y sigamos el camino griego.
Tsipras ha ganado una batalla, no la guerra

martes, 30 de junio de 2015

Dudar de las vacunas es dudar de nuestra sanidad

La desgraciada noticia de la muerte de un niño de Olot a causa de la difteria, enfermedad que no causaba ningún caso en España desde hacía 28 años ha reavivado el debate acerca de la conveniencia o no de vacunar a la población. Como profesional sanitario, en concreto médico especialista en microbiología, se me hace extraño en pleno siglo XXI tener que defender el grupo de fármacos que más vidas han debido salvar en el mundo junto con los antibióticos.

La política vacunal de un país viene marcado por los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y su posterior implantación se sustenta principalmente en dos especialidades: Pediatría y Medicina Preventiva. Otras especialidades como Medicina Familiar y Comunitaria, Microbiología y Enfermedades Infecciosas formarían el repoker de ramas de la medicina más directamente implicadas con las vacunaciones, aunque son muchas más las que en determinadas circunstancias se ven afectadas por las indicaciones de las vacunas. España es un país que, pese a los recortes, todavía tiene una sanidad pública reconocida mundialmente por su calidad. ¿Adonde quiero ir a parar? Pues a que dudar de la bondad de las vacunaciones es dudar de tu pediatra, de tu médico de cabecera y de tu especialista que te recomienda vacunarte en una situación que te haga ser más proclive a las infecciones, como en casos de trasplantados, o tratamientos con inmunosupresores.Pero dudar de la eficacia de las vacunas no es sólo dudar de esos profesionales que nos tratan en el día a día, sino dudar de la mayoría de estudios que sustentan la eficacia de las vacunas realizados por investigadores absolutamente independientes de la industria farmacéutica.

Todas las entidades implicadas, desde la OMS, pasando por el CDC (Center for Diseases Control and Prevention), la sociedad Española de Pediatría, la de Medicina Preventiva o la de Medicina Familiar son claras en las bondades de la vacunación.  Dudar de vacunar es dudar de nuestra sanidad, de la sanidad mundial, es pensar que la mayoría de especialistas somos cómplices de recomendar algo nocivo para la salud, es pensar que la mayoría de sanitarios mentimos. La vacunación sistemática ha hecho desaparecer enfermedades como la viruela y descender drásticamente algunas enfermedades como la difteria, la poliomielitis, el sarampión, la meningitis por Haemophilus influenzae, la rubeola o las paperas.


Ahora bien, si todo está tan claro, ¿de donde viene el problema de dudar de las vacunas? Pues los factores son variados: efectos adversos, coberturas de las vacunas, mala política sanitaria y comportamientos dudosos de la industria farmacéutica. La Sociedad Española de Pediatría en su portal de Comité asesor de vacunas (http://vacunasaep.org/) en el apartado de área familiar responde a los efectos adversos, a la cobertura de cada vacuna, que son amplias pero no son del 100% y a todos los falsos mitos que se han comentado sobre las vacunas, como el aumento de muertes súbitas, autismo o incremento de encefalitis. Más que explicarlo os aconsejo su lectura.

La mala política sanitaria y los intereses de las compañías farmacéuticas son factores muchos más difíciles de controlar que la seguridad de las vacunas. Pese a que para la industria farmacéutica su prioridad número uno no es la salud pública, sino el ganar dinero, hay que recordar que hay un control exhaustivo por parte de la administración y profesionales varios, para certificar la seguridad de las vacunas. Ningún gobierno puede arriesgarse a poner enferma a la población sana y por ello, las vacunas pasan más controles que ningún otro producto que se comercialice. Antes de ser recomendadas pasan un exhaustivo proceso de investigación previo a su uso en la población. Temas que han salido a la luz pública de compras excesivas de vacunas como hubo en su momento para la gripe A no ayudan a la confianza del usuario que piensa que todo es un negocio, pero la realidad es que el exceso de celo que en determinadas circunstancias tienen los gobiernos para no quedarse desabastecidos es aprovechado sin ningún tipo de miramiento por las multinacionales. Resumiendo, ganan dinero si, intentan ganar más, pero con productos seguros y eficaces.
A nivel de política sanitaria es imprescindible poner todos los medios necesarios para que las vacunas probadas como efectivas tengan una distribución mundial, en esto si tiene que haber una globalización decidida. También es necesario que las vacunas, una vez esté demostrada su eficacia, no supongan un gasto desmesurado a la sanidad mediante el establecimiento de convenios entre las empresas y la OMS.

Las vacunas han sido, son y serán una de las armas más importantes que tiene el ser humano para controlar las enfermedades infecciosas. Es lógico que ante determinadas noticias, a veces poco contrastadas, la población dude, pero vuelvo a repetir, la inmensa mayoría de los profesionales sanitarios estamos convencidos de los beneficios de las vacunas y no recibimos ningún incentivo de la industria farmacéutica. La gran mayoría de especialistas no nos dejamos llevar por cantos de sirena y sí por las evidencias clínicas de los estudios científicos independientes y de nuestra experiencia.



Por último dejaros unas reflexiones. A las personas que no crean en las vacunas lo que hay que hacer es informarlas, no crucificarlas. Que todo el mundo se informe donde debe sobre las indicaciones de las vacunas, en hospitales y centros de salud, y si a pesar de informarse en los sitios adecuados no quieren vacunarse o vacunar a sus hijos, no obligarles a hacerlo, pero si instarles a firmar un documento donde los únicos responsables de las consecuencias son ellos mismos.

Educación si, imposición no.

jueves, 25 de junio de 2015

Es tiempo de política no de políticos

Querría empezar con la definición de política que pone en wikipedia que me parece muy clarificadora:
"La política (del latín politicus y ésta del griego antiguo πολιτικός 'civil, relativo al ordenamiento de la ciudad o los asuntos del ciudadano') es una rama de la moral que se ocupa de la actividad, en virtud de la cual una sociedad libre, compuesta por personas libres, resuelve los problemas que le plantea su convivencia colectiva. Es un quehacer ordenado al bien común.
Es la ciencia que se encarga del estudio del poder público o del Estado. Siguiendo con esta definición la política es el ejercicio del poder que busca un fin trascendente. Promueve la participación ciudadana al poseer la capacidad de distribuir y ejecutar el poder según sea necesario para promover el bien común en la sociedad."
La verdad es que con esta definición está claro que es y que es lo que no se hace en la realidad. Desgraciadamente parece que el paso del tiempo ha hecho olvidar a los políticos la parte que se refiere a buscar el bien común de la sociedad. A veces no sé de quien buscan el bien común a parte del de ellos mismos. ¿A que todos nos apuntaríamos a un ejercicio de la política como el que marca esa definición? Todo sería más fácil, pero no es así, y con el paso de los años la gente de la calle ve con más claridad que, por desgracia, los políticos han olvidado el como ejercer la política de verdad.
Con las elecciones generales en el horizonte, los partidos comienzan a desarrollar sus discursos para "comprar" votos. Los partidos necesitan los votos para ejercer esa política. No sólo necesitan los votos de sus militantes, ni siquiera sólo los de sus simpatizantes. Necesitan seducir a cualquier ciudadano que estén receptivo a su mensaje. Con esto quiero ir a parar que todos los ciudadanos deberíamos de formar parte de la democratización de los partidos, ya que los partidos nos necesitan para realizar su programa político.
Pero el tiempo pasa y los ciudadanos nos damos cuenta que la política de los partidos no nos sirve para solucionar nuestros problemas. Por ello ha llegado el tiempo de la política a través de los movimientos sociales (mareas blancas, 15 M, plataformas anti desahucios...) La ciudadanía ha pasado a ser espectadora de la política a ser ejecutora. 
Y en este contexto simpatizantes de izquierda recogemos ese guante de hacer política y le damos una nueva oportunidad a los políticos mediante la plataforma Somos Izquierda. Llegados a este punto, lo importante son los derechos de los ciudadanos, y principalmente los más necesitados. Es por ellos que exigimos que los partidos de izquierda, históricamente más receptivos a las personas y sus derechos, busquen una línea común en puntos básicos e innegociables. No nos importa quien se siente en la silla, ni quien viene después o si lo hacen alternativamente, lo que de verdad nos interesa es un programa común de izquierdas en favor de la gente, no es tan difícil de entender.

Es hora que no haya tabiques infranqueables entre la izquierda. Foto: huffingtonpost.es
Señores políticos de todos los partidos de izquierda, guarden sus ansias de poder, cómanse su orgullo y sus ambiciones y hagan política de verdad, estoy seguro que la gran mayoría de personas con ideología de izquierda se lo agradeceremos.

lunes, 22 de junio de 2015

Los políticos y las banderas

Mi capacidad de asombro acerca de lo que son capaces de hacer los políticos por ganar adeptos es inconmensurable, pero Pedro Sánchez es de los líderes en ese ránquing particular. No voy a comentar anteriores curiosidades tipo apariciones en programas de corazón, campañas de marketing quitándose las vocales, o reivindicaciones de ideas opuestas en función del sitio donde habla. No, eso dejémoslo en la hemeroteca.
Mi entrada es debida a la estupefacción que le causa a un socialista como yo ver que el candidato de un partido, que para muchos ha significado dignidad para la gente republicana de este país, se pasea pavoneándose en su proclamación como candidato a la presidencia del gobierno con una enorme bandera española.

"Innovadora" imagen para un candidato socialista Foto: La voz de Galcia

Lo siento, pero es que yo soy anti banderas, y si me gusta alguna es la republicana que no representa límites sino ideologías. En un mundo donde deberíamos de buscar puentes de comunicación para buscar la equidad y la justicia, las banderas representan fronteras, y en eso no creo. ¿Quiere decir eso que no quiera a mi país? Pues no. Lo quiero a mi manera, sin darme golpes en el pecho como un patriota enfervorecido. No hace falta pintarse la cara con los colores rojigualdos para proclamar ese cariño. Quiero a España, pero quiero inmensamente más a los españoles, y a éllos que uno de los referentes políticos del país salga con una enorme bandera ni les quita el hambre, ni les da trabajo, ni les da una vivienda digna.
Imagino que alguien le habrá recomendado a Pedro Sánchez hacer eso para coger votos entre los españolistas. También imagino que le habrán dicho que hacer mítines a lo americano, con aparición de su mujer incluida, también le da un rédito. De todas maneras, ¿nadie le ha dicho el impacto negativo que tiene eso delante de muchos ciudadanos que simplemente somos de izquierdas y quieren alguien que represente eso independientemente de banderas y otras chorradas? Quizás puestos a poner banderas, hubiera sido más adecuado poner al lado de la bandera española todas las banderas de nuestras comunidades autónomas. En una España tan plural como la nuestra, el socialismo tiene que enarbolar, no una bandera, sino un modelo basado en el respeto a las singularidades de los diferentes pueblos que conviven en nuestro país. Convivencia, no simbolismos, que lo único que hacen es fomentar los extremos y que para lo único que sirven es para acercar al PSOE a esperpénticas imágenes patriotas que eran exclusividad del PP. Desde mi punta de vista, lo que hay que hacer es defender de una vez por todas el derecho a decidir de los diferentes pueblos, y fomentar un modelo federalista que en determinados lugares de España parece que no se puede mencionar porque quita votos.

Pedro Sánchez junto a su mujer. Foto: El periódico

Lo he dicho alguna vez pero lo vuelvo a decir, creo en la política pero no en nuestros políticos. Los que nos intentan representar deberían ser personas con un gran bagaje humanístico y muy preparados pero con sus acciones y decisiones no demuestran ser mejores que la mayoría del pueblo llano.
Para terminar una reflexión para Pedro Sánchez. El PSOE no es sólo del aparato, ni siquiera es de los afiliados, es de todos los que alguna vez nos hemos visto representados por esas siglas y que cada vez miramos con más perplejidad a algunos que se llaman socialistas.

miércoles, 17 de junio de 2015

¿Quién es la derecha para pedir dimisiones?

Los que somos de IZQUIERDAS con mayúsculas nos la prometíamos felices tras las elecciones del 24M. Los posibles pactos entre partidos podían desalojar de muchos ayuntamientos de España a la derecha. De hecho, tras las tomas de posesión, las alcaldías de las cinco primeras ciudades de España por población (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Zaragoza) han cambiado de bando.
Pero la maquinaria de la derecha no tardó en funcionar. Esa simbiosis cavernícola entre políticos y "periodistas" rápidamente saco a la luz el talón de Aquiles de miembros del gobierno de la Alcaldía de Madrid, personalizado en Guillermo Zapata, fallido concejal de cultura del ayuntamiento de Madrid.
El motivo de mi entrada no es valorar sus tweets, pero ya que estoy diré que son de un mal gusto intolerable. De hecho, muchos que ideológicamente somos de izquierda estábamos de acuerdo en que dimitiera, como muchas veces hemos pedido la dimisión de "los nuestros" cuando han hecho las cosas mal. Ese pequeño detalle es la diferencia fundamental en que se basa mi escrito. Con todas las tropelías que han cometido en este país la derecha, primero ¿como es que tienen tantos votos? y segundo, y más importante, ¿quienes son moralmente para pedir la dimisión de nadie con todas las barbaridades que han cometido antes y después de la democracia?

Manuel Fraga, fundador del Partido Popular, al lado del dictador Foto: periodismo digital


El PP no es nadie para pedir cuentas hasta que no pague sus deudas, muy numerosas con este pueblo que soporta día tras día los abusos y tropelías que se cometen con las clases más desfavorecidas. Si, estoy diciendo que en este país sólo tenemos ese derecho a pedir dimisiones las personas que no tenemos el cerebro lavado como una secta. Aquellos que somos capaces de señalar a alguien de nuestro partido por corrupto e inmoral. Esa supremacía ética la tiene la izquierda, el problema es que a la derecha le da igual.
Por ello es fundamental que este ruido mediático que ha generado el caso Zapata, y que pretenden repetir, esta vez de forma intolerable, con Rita Maestre no separe a la izquierda. Y en este punto es esencial el papel del PSOE como partido, como aparato. Bien está que con Guillermo Zapata se pongan dignos, pero es intolerable que con otros casos como el de Rita no cierren filas por el único lado que tienen salida en este país, el izquierdo. La derecha no parará hasta volver a tomar lo que creen que es suyo, para ello es esencial la unidad de la izquierda antes los ataques indiscriminados.
Por último una reflexión, Rajoy sería el primero que tendría que dimitir por corrupción y por inmoralidades, con lo que es llamativo que le eche en cara a Pedro Sánchez pactar con la izquierda "radical" en contra de la voluntad popular. ¡Que sabrá Rajoy que es la voluntad popular!

Zapata y Maestre en el punto de mira de la derecha 



lunes, 15 de junio de 2015

I have a dream... Somos Izquierda

Parafraseando con todo la humildad del mundo al grandioso Martin Luther King, I have a dream.. Quizás para ser más exacto lo podríamos poner en pasado, y sería tenía un sueño, o eso espero.
Ese deseo era el de un humilde ciudadano de a píe como yo, para más detalle de ideología de izquierdas desde la cuna. No terminaba de entender porqué, si cada vez que los partidos de derecha tenían opción de mandar y nos dilapidaban nuestros derechos, los partidos de izquierda no se unían para mantenerlos lejos del poder siempre que sea posible. En mis primeros años de raciocinio en la izquierda estaba el PSOE y el Partido Comunista (Izquierda Unida). Con sólo dos partidos los desencuentros eran numerosos, y sólo había un beneficiado, el Partido Popular. Curiosamente si militantes o simpatizantes de ambos partidos nos sentábamos, era fácil llegar a puntos de acuerdo, pero si los que discutían eran los oráculos, a unos la arrogancia y a otros el orgullo, les impedía en muchas oportunidades tender puentes. ¿Y quién salía perjudicado? El pueblo.


Maravillosa expresión de M. Luther King

Las circunstancias del país provocaron la necesidad de crear nuevas corrientes para dar un giro a la política. Si los políticos no se acercaban al pueblo, al pueblo no le quedó más remedio que acercarse a la política, y así surgieron los movimientos populares que nutrieron los partidos políticos existentes, pero sobre todo ayudaron a crear a un nuevo partido: PODEMOS. Este partido, dirigido en su mayoría por antiguos integrantes del partido comunista, supo aglutinar el malestar de la gente, y dirigirlo en contra de todos los políticos que se habían alejado de las necesidades del pueblo. La creación de este partido supuso la llegada de un nuevo partido de izquierdas, quieran ellos o no, aportando un soplo de aire fresco necesario para ilusionar y para hacer reflexionar a los partidos de izquierda de siempre que perdían votos porque se alejaban de las necesidades de la gente corriente.
Tanto PODEMOS como IU han querido siempre marcar distancias con el PSOE porque le achacaban innegables errores durante su gobierno. El problema es que esa crítica les llevaba a obviar las cosas buenas que habían hecho los socialistas, sobre todo a nivel de derechos sociales, y les englobaban en el mismo saco de "la casta" junto al PP. Eso me hacía pensar que sería imposible que mi sueño de buscar consensos entre la izquierda se pudiera hacer realidad.
Pero llegó a mi conocimiento una plataforma denominada Somos Izquierda. La conocí por Twitter y fui enterándome de su propósitos y de sus componentes. Los integrantes son bases de todos los partidos de la izquierda más gente no afiliada pero que su ideología es de esa tendencia. Su propósito fue lo que me terminó de convencer: buscar consensos entre todos los partidos de izquierda. No podía resistirme, representaba mi sueño. No sé como terminará, pero lo que si puedo decir es que miembros de diferentes partidos e independientes se alegran porque los partidos de izquierda han sido capaces, mayoritariamente, de buscar pactos en ayuntamientos para buscar mayorías. No puedo contaros nada mas, pero continuará el 20 de Junio en Madrid...

Cartel anunciador de la presentación oficial de Somos Izquierda

lunes, 1 de junio de 2015

Dentro del PSOE quieren tomarnos el pelo a los socialistas

He esperado una semana para dar mi opinión acerca de las elecciones municipales y autonómicas del 24M. Sentimiento agridulce para un socialista, al menos para mi. Me reconforta el ver que la ciudadanía castiga el manto de corrupción que el PP ha dejado caer sobre España, eso es magnífico. Pero por otro lado, el PSOE, guste o no, sigue perdiendo fuelle, más lentamente, pero pierde. Y para objetivar ello, aconsejo visualizar el siguiente enlace de EL PAIS donde se ve la evolución del voto de todas las elecciones municipales desde 1978. Por favor, que no me vendan humo. En las autonómicas la diferencia, que no es poca, es que el descenso del PP ha sido tan grande, que puede permitir al PSOE mediante pactos con hasta hace poco partidos innombrables recuperar parcelas de poder. No ha sido mérito del PSOE, sino demérito del PP. 

Salvo el punto negro de Andalucía, donde el tema de los ERE no ha sido un ejemplo de gestión, por mucho que diga lo contrario Susana Díaz, ahora no es la corrupción lo que pasa factura al PSOE. En mi opinión le pasa factura su indefinición política. En determinadas circunstancias queremos ser un partido de centro, pero cuando se leen los resultados electorales, parece que interesa decir que los españoles han decidido que el PSOE dirija la izquierda de este país. ¿En que quedamos?

Uno da la cara, otra manda en la sombra. Foto: ABC
Hay cosas que son objetivas y a favor del PSOE. Tenemos más votos que Podemos e IU, los otros partidos de izquierda. Tampoco se trata ahora que nos vendamos por un plato de comida. De lo que se trata es de demostrarles a estos partidos, y por ende a los votantes socialistas, que de verdad representamos los intereses y la ideología que marca la letra S de nuestro nombre; SOCIALISMO.

Por mucho que se empeñe Pedro Sánchez, el pueblo no le ha dado ningún empujón al PSOE hacia arriba, más bien le ha puesto a prueba para ver como se define. Si hace una negociación inteligente con PODEMOS, cogiendo la sartén por el mango, puede suponer un respaldo futuro, pero si no aprovecha esta oportunidad para hacerse valer, el PSOE seguirá cuesta abajo y sin frenos. No olvidemos que PODEMOS también se juega mucho, y si no pasa por el aro, tampoco conseguirá la ansiada alcaldía de Madrid. Hay que ser inteligentes, no intransigentes.

El PSOE tiene que demostrar que es un partido de izquierdas y que está por las políticas sociales sin ambages. Si renuncia con claridad a políticas aplicadas en el pasado de dudoso socialismo y se posiciona con claridad en temas como los desahucios, la sanidad y la educación publica y los sueldos de empleados públicos, tiene opción, sino, en las siguientes elecciones seguirá bajando.

Análisis concienzudo y menos críticas a personas como Madina a Talegón, que lo único que hacen es describir que el PSOE, lejos de ganar adeptos, los sigue perdiendo. Pedro, no somos tontos.

Escuchar a los críticos no es negativo

martes, 7 de abril de 2015

Hacia una política de personas, no de partidos

Históricamente la política lleva muchos años que se basa en la división de partidos de derechas y de izquierdas, y esa tesitura ha marcado el deambular de las ideologías del ciudadano de a píe durante muchos años. Esa diferencia estaba marcada por los orígenes de cada rama, que hasta nuestros días han tenido sus rasgos diferenciales, que no voy a enumerarlos porque todos los conocéis.
Lo cierto es que, desgraciadamente, esas diferencias cada vez tienen menos sentido, porque aunque los programas políticos se diferencian claramente, luego llega la hora de la verdad, el gobierno, y las diferencias se diluyen mucho más de lo que nos gustarían a los simpatizantes de izquierda. Llega el momento de gobernar, y aunque en los derechos sociales existen diferencias, a la izquierda le entra pánico escénico y se termina "derechizando", eso sin mencionar que el poder corrompe, independientemente del color político.
Es por eso que cada vez siento que mi ideología política se dirige más hacía personas y no hacía partidos. Lo siento, el PSOE ya no tiene carta blanca en mis votos, se los tiene que ganar y no será siempre. Siento que ahora son las personas las que tienen que ganarnos, que ganarme, porque los que hacemos las cosas importantes en la vida somos las personas y no las entidades. Aunque suene casi imposible, hasta para mi, creo que alguien de cualquier partido aunque sea el mismo PP puede hacer buena política, sólo tiene que ser persona y entender las necesidades de la gente.

¿Por qué será que los independientes transmiten más credibilidad? Foto: zoomnews

Por razones obvias, esto es muy evidente en las próximas elecciones municipales, y un claro exponente de lo que pienso es Manuela Carmena. La he escuchado antes y después de conocerse que es la candidata de Podemos a la alcaldía de Madrid y esta mujer me ha cautivado, ¿Por qué? Porque es persona, no política, y se le nota que siente y cree lo que dice y que lo que realmente le preocupa no son las siglas del partido, sino a las personas que quiere representar. Quiere servir al pueblo, no servirse y esa es la clave. Saber comunicar y transmitir sinceridad. Si estuviera en Madrid no dudaría en votarla, y eso que de entrada Podemos no me convence, pero ella no es Podemos, es Manuela Carmena. Esas mismas razones son las que me harían votar a Ángel Gabilondo para la Comunidad de Madrid, otro exponente del humanismo, no del partidismo. Señores políticos, trabajen el discurso, siéntanlo, vivan lo que dicen, y hagan por conquistar nuestro corazón con credibilidad. Dejen el discurso de acento y cancioncilla y lleguen a nuestro corazón.
A partir de ahora mi corazón dictará mi voto, y cuando escuche que un político, cuando habla, me pone la piel de gallina, porque me emociona, me llega, a esa persona votaré, porque sentiré que no me está engañando. Ya se ha terminado la época de escuchar lo que quiero escuchar, ha llegado la época de escuchar lo que siento como verdad. Y por ahora, ni Pedro Sánchez, ni Mariano Rajoy, ni Pablo Iglesias, ni Albert Rivera, ni Rosa Díez ni Alberto Garzón han ganado ese corazón, pero eso es parte de otra guerra...

sábado, 28 de marzo de 2015

Todos deberíamos ser Javier Cintora... pero no lo somos

Desde que saltó la noticia de la destitución del periodista Javier Cintora del programa Las mañanas de cuatro, las muestras de solidaridad en las redes sociales por tal atropello se han multiplicado, inundando twitter con el hastag #BoicotAMediaset. Mediaset ha explicado mediante un comunicado sus motivos para tal acción, que los podríamos resumir en falta de objetividad por parte del periodista, que por otra parte siempre ha tenido la misma trayectoria desde que comenzó a conducir el programa en mayo del 2013.
No pretendo hacer un alegato en defensa de Javier Cintora, y ni siquiera voy a entrar a analizar las razones de Mediaset para esa destitución. Me gustaría hablar acerca de las reacciones en la sociedad por dicha acción. 
El hecho que haya coincidido simultáneamente la aprobación de la llamada ley mordaza con algunas sustituciones en medios de comunicaciones de periodistas, digamos con pensamiento propio, hace que los peores augurios de falta de democracia se estén confirmando. Es gracioso que el partido gubernamental se cierre en banda a realizar modificaciones de la constitución para apoyar la diversidad entre pueblos, aduciendo que nuestra democracia es modélica, pero que por otro lado aproveche cada semana para legislar en la línea de reducir cada vez más nuestro derecho a expresarnos.

Una imagen vale más que 1000 palabras

El problema no es que el PP muestre su cara, ya que es conocido que en general no acepta de buen grado que se opine en su contra, el problema es que entre sus principales acólitos se encuentren personas que se llaman periodistas. El hecho que quiten a un periodista de su puesto de trabajo por opinar, sin insultar, en una línea diferente al poder, debería hacer que automáticamente todos aquellos que se llaman periodistas enarbolaran como suya la bandera de la defensa de la pluralidad. Pero no, como mucho se pueden ver apoyos personales a Javier Cintora, e incluso a periodistas afines al PP justificando la decisión porque efectivamente, se trata de un periodista poco objetivo. El problema no es que sea poco objetivo, el problema es que opina diferente a la línea del PP. 

Los periodistas se llenan la boca de la libertad de opinión, pero no son capaces de apoyar en bloque a un compañero cuando le echan por ejercer precisamente esa libertad. A mi me da vergüenza que una profesión tan maravillosa con el periodismo tenga a representantes tan rastreros y poco solidarios ante un ataque tan flagrante a la libertad de expresión. Lamentable que a día de hoy no haya 24 horas de silencio por parte de todos los periodistas de este país. Pierden una gran oportunidad de elegir dignidad en lugar de cobardía. La realidad es que todos deberíamos ser Javier Cintora, pero no los somos, y desgraciadamente donde hay muchas bajas es entre sus compañeros de profesión

Con políticos como los que tenemos, y con medios de comunicación como los que tenemos, este país cada vez se sumergirá en referentes tan didácticos como Belén Esteban. Será que es lo que nos merecemos.