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sábado, 11 de febrero de 2012

Tres meses con el PP

Creo que criticar a cualquiera antes de tomar medidas es injusto, y aunque me temía lo peor he esperado a emitir opiniones sobre nuestro nuevo gobierno. Hay cosas objetivas y otras subjetivas. Entre las objetivas están el cambio de la ley del aborto, con lo que eso supone de derechos para la mujer, los cambios en el sistema de educación, el amago de eliminar el matrimonio homosexual, la subida de impuestos y finalmente la nueva reforma laboral. Ninguna de las cosas hechas son sorpresas, aunque algunas son la confirmación de mentiras de la campaña electoral. Es una vergüenza como han engañado a todos sus votantes. Lo peor es que ellos no se sientes engañados. Tenemos cuatro años por delante muy duros y encima con una autopista que se llama mayoría absoluta que sólo se puede cortar con los sindicatos y las movilizaciones. El problema es que los sindicatos ni están, ni se les espera. Evidentemente que están en contra de las medidas, pero en vez de predicar con el ejemplo, acometen EREs más o menos encubiertos en sus federaciones. EREs que firmarían los más despiadados empresarios. Es por eso que nuestro panorama es negro y las perspectivas de luchar contra el poder nefastas. Yo no soy un entendido en reformas laborales, pero a mi que me expliquen como dando facilidades para echar a la gente, permitiendo a los empresarios bajar sueldos sin acuerdos, permitiendo la abolición de convenios si no se llegan a acuerdos... Lo siento pero no me lo creo. Esto es lo que quiere nuestro país, porque esto lo sabíamos todos. Las personas que no fueron a votar son cómplices de este caos, espero que lo tengan en su conciencia hasta las próximas elecciones.