Todos tenemos principios morales, unos tenemos más otros tenemos menos, pero hay un mínimo más o menos común a la globalidad de la población. Entre la gente de a pie el hecho de dar una palabra tiene un gran valor, ¿por què entre los políticos no es así? El último ejemplo lo vemos en CIU. Hace dos días salen a la palestra comprometiéndose a apoyar la lista más votada sea cual sea. Mi primera impresión fue de indignación, porque lo ví como una excusa para apoyar al adalid de los inmigrantes, el candidato de PP en Badalona. Luego pensé que era democrático, y que todo el mundo tenía derecho a una oportunidad. Curiosamente a las 24 horas se decide dejar la iniciativa a nivel local y curiosamente no se apoya la investidura de la lista más votada en Tarragona que es un socialista. ¿Donde quiero ir a parar? Que los políticos carecen de principios, lo importante es ganar y que pierda el rival directo. No importa que eso suponga romper principios morales como la palabra, o apoyar a un xenófobo, no importa que el ir contra el rival signnifique ir contra el país. SÓLO IMPORTA GANAR. Esto no es fútbol, es política, y si para el beneficio de la gente que les vota tienen que hacer pactos con el rival es lo que se debe hacer. Ahora que la política me interesa más existe una ausencia de líderes carísmaticos, no hay Suarez, González, Carrillos o si me apuras Fragas... La gente perdemos la fe y la ilusión. Surge un movimiento como el 15M y a parte de Izquierda Unida, ni un solo partido se molesta por preguntarse que quieren y porqué...
No sé como podemos luchar contra esta corriente amoral y gris que invade gran parte de la política, pero, o hacemos algo, o podrá ser político cualquier persona carente de valores, y encima podrá ganar. No nos resignemos, para hacerlo como lo hacen, muchos de las personas de a pie pueden lanzarse al ruedo de la política. O luchamos o nos resignamos a otro fútbol en la política.
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