Vistas de página en total

miércoles, 9 de marzo de 2016

Hacia unas nuevas elecciones

Hace casi dos meses escribí mi última entrada, Pedro y Pablo no pueden fallar a la izquierda, Cada día que pasa veo más cerca lo contrario. Si no se da, me van a fallar los dos, en estos temas no existen ni vencedores, ni vencidos, solo dos políticos que no han hecho la suficiente para entenderse, uno más que otro, eso si.
Hablar desde fuera es fácil, pero ideológicamente, los votantes de Podemos y PSOE estamos mucho más cercanos de lo que demuestran sus líderes. A su vez, los votantes de PSOE y Ciudadanos están mucho más lejanos de lo que están Pedro Sánchez y Albert Rivera. Curioso, ¿no? Como para volverse locos. 
¿Foto imposible de gobierno? EL PAÍS

Dos personas son capaces de encontrar un punto en común si se empeñan, pero pueden acabar despedazándose si su voluntad es la contraria. Rivera es capaz de ceder mucho, si con eso consigue una posición ventajosa del pastel, en cambio Iglesias no quiere ceder nada si no es él el que corta el pastel y se lo come. En medio Pedro Sánchez quizás se precipitó dándole el primer trozo del pastel al compañero equivocado.
¿No será más fácil controlar las políticas de derechas si estás dentro que si te quedas fuera? Si no se hace el pacto, tanto Sánchez como Iglesias se quedarían fuera del gobierno, y ninguno de los dos tienen la certeza que unas nuevas elecciones les dieran una posición más ventajosa. Esa premisa es la que le llevó a Sánchez a pactar con Rivera. Lo único criticable de pactar con Ciudadanos, no hablo del contenido en sí, es hacerlo antes que con toda la izquierda, pero se lo puso tan fácil Rivera que eso a Sánchez le pilló con el píe cambiado.
Iglesias puede controlar mucho más de cerca las políticas del país estando dentro de un gobierno que en una oposición. ¿Por qué renuncia a ello? Al fin y al cabo si entrara en el pacto, y luego se saliera de él porque las otras partes no cumplen, él quedaría como el honrado y sacrificado del grupo.Sólo se me ocurre pensar que realmente no quiere pactar con el PSOE, sino destruirlo. Una persona que quiere llegar a un acuerdo con otra, no se pasa la mayoría del tiempo mostrando sus vergüenzas, Pablo Iglesias si lo hace.
Es una pena que Alberto Garzón no sea el líder de Podemos, porque otro gallo cantaría a esto del pacto. A mi no me gusta Ciudadanos, pero me compensa más un 60% de programa de izquierdas, que un 100% de programa de derechas. Si intentas pactar, tienes posibilidad de convencer, si te levantas de la mesa, te quedas hasta sin silla.

¿Cinco hombres sin destino? La sexta

Pedro Sánchez también se equivoca, y mucho. Claro que no hay gobierno sin Ciudadanos, pero mucho menos sin Podemos y sin IU. Tiene que ceder e ir a pactar con la izquierda cueste lo que cueste, y eso no se lo puede imponer Ciudadanos.
La cuestión es que, con tantos movimientos de ajedrez, los que estamos en jaque mate somos la gente de izquierdas de este país. Si ahora no gobernamos juntos, nadie puede asegurarnos que en unas nuevas elecciones se darán mejores condiciones. ¿Acaso si Podemos saca mejores resultados que el PSOE tendrá fuerza moral para exigir un pacto? ¿Alguien puede asegurar que entonces la suma de PP y Cs no den la mayoría absoluta?
Vamos hacia unas nuevas elecciones, y si eso pasa, los que más perderemos seremos el pueblo, ni Sánchez, ni Iglesias, ni ningún político, no lo perdamos de vista.

sábado, 23 de enero de 2016

Pedro y Pablo no pueden fallar a la izquierda

El paisaje que ha dejado las elecciones del 20D está terminando de definirse en estos días de enero. El triunfo del Partido Popular se antojaba pírrico, porque las alianzas naturales difícilmente le daban unas matemáticas favorables. Con el paso de los días se confirmaba este aspecto. La firmeza del líder del PSOE, Pedro Sánchez, en decir que bajo ningún concepto pactaría con el PP, iba calando, sobre todo entre Podemos, los cuales desde el primer día se llenaban la boca de decir que los de la rosa pactarían seguro con el PP.

La votación de los españoles dejó en un lugar secundario a uno de los que más querían aparecer en la foto, Albert Rivera. Su suma, tanto con el PP o con el PSOE, no daban un número suficiente para dar una sólida mayoría, y pese a sus locas ganas de ser decisivo, se quedó en un papel de segundón cada vez más desenmascarado de su falso centrismo.

Los días iban pasando, y llegaron las reuniones para decidir la investidura con Felipe VI. El PSOE fue ganando credibilidad, tanto que hasta a nivel interno los barones y baronesa tuvieron que modular su rancio mensaje. La cerrada oposición a pactar con Podemos se tornó en un podemos hablar siempre que la línea roja del referendum por Catalunya no exista.

Y llegó el 22 de enero. Ese día Felipe VI veía a los primeros espadas. Tras la entrevista con Pablo Iglesias saltó la noticia a la manera como hace las cosas el líder de Podemos. Pablo, en contra de lo que había dicho en los dos últimos años, ofreció un pacto al PSOE, a su manera, claro, perdonando la vida al PSOE. Le guste o no, el PSOE sacó más votos y más escaños que ellos, parece que eso no lo acaba de digerir.

La pareja de moda. Foto: haffingonpost.es

Ante ese ofrecimiento, Pedro Sánchez reaccionó con una positiva prudencia, y Rajoy reaccionó con una cobardía calculada. El líder del PP tenía claro que no podía ganar en la situación actual, pero ante la división interna del PSOE decidió quemar las naves. Renunció a la investidura, ya que así ponía a Sánchez en la tesitura de descubrir sus cartas, y así cabía la posibilidad que los propios líderes del PSOE bombardearan el acuerdo con Iglesias, y ellos mismos le dieran la cabeza del candidato y a su vez el gobierno del país al partido popular.

Llegados a este punto, y sin escuchar los cantos de sirena de todos los sitios, incluida la penosa prensa de este país, la situación es única para conseguir con que tantos anhelamos: la unión de la izquierda. Ahora se trata de no tener en cuenta las poses prepotentes de Pablo, ni la falta de ímpetu de Pedro. Tampoco hay que tener en cuenta la sospechosa derechización de algunos políticos que se llaman socialistas, no, lo importante es el pueblo, y el pueblo ha hablado. El pueblo español ha dicho que quiere una sociedad digna, sin recortes sociales y eso solo se puede conseguir con una gobierno de izquierdas.

El único que lo ha entendido claramente el mensaje desde el principio es Alberto Garzón, que no por tener menos escaños es menos importante. Lo importante es el proyecto, no los cargos. Pedro y Pablo tienen que engullirse su enorme ego, sobre todo el de Podemos, así como las siglas de los partidos. Lo importante es el pueblo y su dignidad, y lo de menos lo demás, pero la gente de izquierdas queremos, exigimos, un acuerdo de todas las fuerzas de izquierdas. Si esto no se produce, será un fracaso de todos, por mucho que Pablo Iglesias le pasa la responsabilidad al PSOE. 

La gente de izquierdas no perdonaríamos la falta de acuerdo

Las personas que creemos que aun existe diferencia entre ser de izquierda o derecha no perdonaremos que no se consiga un acuerdo. Que no me vendan milongas, tan culpables serán unos como otros si no se llega a un acuerdo, por lo que más vale que aprendan del talante de Garzón, se envainen sus deseos de poder y piensen desde el primer momento en el pueblo. Pedro, escucha a Pablo, y Pablo, no exijas nada antes de negociar y piensa en el bien general. Gracias Alberto, por entender que quiere la gente de izquierda.


martes, 1 de diciembre de 2015

¿No nos da vergüenza que pueda ser Rajoy el candidato más votado?

No puedo más que hacerme cruces de pensar, que por mucho que se igualen las fuerzas, que pierda fuerza el bipartidismo, que haya un rejuvenecimiento de los líderes políticos, en todas las encuestas el candidato más votado es Rajoy.
¿Qué dice eso de este país? Un hombre que ha quedado meridianamente claro que activa o pasivamente, no sé que es peor, ha sido cómplice de una red de corrupción que ha ayudado a financiar ilegalmente el Partido Popular sigue siendo el elegido por la mayoría de un país. Por si no fuera poco su papel en la corrupción, que aunque fuera el mejor estadista de la historia sería razón suficiente para no salir, es nulo como gobernante.

Ha metido a este país en la época de más diferencias sociales en la democracia, eliminando la clase media, permite que nuestros jóvenes se marchen porque no tienen trabajo, nos ha sumergido en la peor crisis territorial de este país en siglos por su nula capacidad de negociación, no ha disminuido en nada el número de parado, pero si lo ha hecho en afiliados, multiplica los contratos precarios, elimina derechos de los débiles, no  trabaja en la igualdad, no hace nada para para el asesinato de género, se carga la sanidad y la educación pública... Podría continuar hasta el infinito y a pesar de eso, es muy posible que sea el más votado, debe ser porque es del Madrid y ha salido en la Cope comentando, de forma bastante regular, el deporte rey. ¿No nos da vergüenza? O somos analfabetos, o somos unos corruptos, o directamente carecemos de un mínimo de cacumen. 

¿Es esto lo que valoran del presidente?

Pero ojo, si se nos tendría que caer la cara de vergüenza la cara a los habitantes de este país, ¿qué tenemos que decir de los nuevos políticos de este país? ¿Por qué, coincidiendo todos en lo que he dicho antes, no son capaces de decir que bajo ningún concepto le votarían en una investidura? Pues porque les puede más el poder que el servicio a sus ciudadanos, que término tan a cuento. Y lo digo porque Albert Rivera, líder de Ciudadanos, una persona que creo que tiene mucha más capacidad que Rajoy, y que no dudo que lo podría hacer mucho mejor que Rajoy, no es capaz de romper la baraja y dar un paso al frente, demostrando que es un político mucho más preparado, pero al fin y al cabo de derechas pura y dura.

Y no es al único que le quiero reprochar cosas. En uno de los peores momentos de este país en décadas, donde los más débiles ven como se van consumiendo sus ilusiones, la izquierda tendría que dar un paso al frente y sacrificar sus egos por el bien de los ciudadanos. Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Alberto Garzón deberían de trabajar unidos en echar al mal de este país, y luego ya hablaremos, pero no, vamos a ver quien es el que se lleva el podium de la izquierda y los otros que arreen.
Si pensaran en los ciudadanos, otro gallo nos cantaría

Que no me vengan con la cantinela que vienen a la política para servir a los ciudadanos porque es mentira, y nosotros, para la poca democracia que nos dejan, aprovechemos nuestra oportunidad y no dejemos entrar a la derecha que no hace más que quitar derechos a los que menos tienen.

sábado, 31 de octubre de 2015

¿Que España no se toca? Hace mucho que sí, y entonces no os habéis movido

El conflicto catalán continua, y eso provoca cruzadas patrióticas en pos de que el país de los reyes católicos no se destruya. El último que se ha llenado la boca de eslóganes españolistas es Albert Rivera. En el FORO ABC, no podía ser mejor sitio, ha propuesto un pacto nacional para "no romper España".

Sin entrar en el tema de la necesidad o no de un pacto nacional por el tema de la independencia de Catalunya, lo que si me parece increíble es que estén los políticos erigiéndose en los defensores de la unidad del país, cuando este país está roto en pedazos a causa de la mala gestión de la clase política. Un país que cada vez tiene más personas al borde de la pobreza, menos gente afiliada a la seguridad social, con una clase media adelgazada, con unas diferencias cada vez mayores entre los ricos y los pobres y con una corrupción imparable entre los políticos, como pueden decir que no quieren que se rompa España. ¿Por qué no lo han pensado antes, ellos que son los principales fragmentadores de la confianza de los ciudadanos? ¿O acaso todo lo que han hecho para destrozar los derechos de los españoles no es romper el país?


A menos de dos meses de las elecciones del 20D están dándose codazos a ver quien es el que defiende más a España y su unidad en contra del demonio disfrazado de Artur Mas. España hace mucho tiempo que se toca en forma de privatización de la sanidad y la educación, desahucios abusivos, rescates a bancos y píe en el cuello a los ciudadanos con clausulas suelo ilegales, contratos basura, precios abusivos en servicios básicos. 

Si quieren luchar porque España no se rompa, que luchen por defender a este país delante de los abusos que se han cometido más allá de los Pirineos, desde que Zapatero hincó la rodilla ante Merckel y vendió nuestra soberanía con la complicidad de Rajoy en lo que único que le apoyó en dos legislaturas. Eso también fue romper España.



¿Que España no se toca? Más bien diría yo que qué queda en España por tocar...

sábado, 3 de octubre de 2015

Mi análisis de los resultados del 27S

Tras unas elecciones, lo habitual es que prácticamente todos los partidos políticos tengan un discurso que parece que han ganado. Éstas no han sido una excepción. Todos han ganado, pero mi opinión es que, por las posturas que veo tras el 27S, todos hemos perdido.
En unas elecciones autonómicas convencionales, el triunfo de la candidatura de Junts pel Si (JxSI) sería incuestionable, 62 escaños sobre un total de 135. Si a eso añadimos que sumando los 10 escaños de la CUP hay mayoría absoluta de candidaturas independentistas, negar ese éxito parece, como mínimo, aventurado. Sin embargo, la propia insistencia de JxSI en que se trataban de unas elecciones plebiscitarias es lo que ha dado píe a cuestionar esa victoria. 

Desde ese punto de vista, el porcentaje de votantes a favor inequívocamente de la independencia quedó por debajo del 48%. En esa trampa electoral los no independentistas se han aferrado a la presa y manifiestan a los cuatro vientos que el 52% de los votantes no quieren la independencia. Aquí aparece una primera trampa, a la cual se han aferrado ambos bandos. Los independentistas no dudan en restar de los contrarios a la independencia a los votantes de Catalunya Si que es Pot y a Unió Democràtica porque ambos están de acuerdo con el derecho a decidir. Estoy de acuerdo en ese argumento, puede haber personas que votaran si a la independencia entre esos votantes. 

Los primeros espadas de Junts pel SI

Lo que no he oído ni a Mas ni a Junqueras decir que lo que es inequívoco es que todos esos votantes, más los que han votado a partidos no independentistas, están en contra de una independencia no pactada con el gobierno central. 
Las otras cuentas que no se han dicho con claridad es que todos los escaños que no son de JxSI están en contra de que Mas siga de presidente, incluidos los 10 de la CUP. Eso el señor Mas tampoco lo dice.
Los no independentistas deberían de tener mucho cuidado en quitar legitimidad a una opción porque no llega al 50% de ciudadanos. ¿Alguien quita legitimidad al gobierno del PP con mayoría absoluta sin llegar tampoco al 50% de ciudadanos que les votó? Queda patente que las cifras son frías, pero las maneras de interpretarlas pueden ser múltiples.

Lo que para mi es incuestionable es que hay muchas personas a favor de la independencia y muchas en contra, y me parecería injusto que un bando u otro quisiera imponer su criterio al otro sin dialogar y sin tratar un punto en común dialogado y negociado. En eso es en lo que me baso diciendo que todos hemos perdido. Si cada extremo de la cuerda se enroca en su posición sin querer entender al polo opuesto, la cuerda se romperá y todos nos caeremos. 

No podemos mirar a otro lado amparándonos en números. Casi un 50% de catalanes han votado a favor de la independencia, no podemos mirar a otro lado si queremos buscar un marco de convivencia pactado entre todos. Si el gobierno central impone su posición sin dialogar, seguirá siendo una máquina de independentistas, y me parecerán cargados de razones por la intolerancia de los políticos.
Rajoy, con su dedo acusador, sigue fabricando independentistas

jueves, 13 de agosto de 2015

¿Violencia de género? No, terrorismo machista

Basta ya de eufemismos, ni violencia de género, ni decir que las mujeres se mueren, estos son asesinatos y terrorismo machista puro y duro. Vergüenza profunda es lo que siento como hombre al ver como una sociedad que se califica de culta y moderna, es cómplice mirando hacia otro lado ante el asqueroso machismo que nos invade.

Desde el año 2003, primer año donde se realizan estadísticas oficiales sobre este tipo de crimen, son casi 800 las mujeres asesinadas. Por desgracia es probable que este número sea mayor, ya que hay muertes no esclarecidas, en parte por el encubrimiento de una buena parte de la sociedad. Este número es superior proporcionalmente a los 829 asesinatos atribuidos a ETA desde el año 1960 al 2010. Así como en el terrorismo no existe ninguna duda en que todos los partidos políticos han de ir a una para conseguir erradicar esa lacra, ¿por qué no ocurre lo mismo ante el terrorismo machista?

Este problema nace desde la cuna, cuando en muchas familias se potencia una superioridad del hombre hacía la mujer que da derecho a secuestrar lo más preciado que tiene una persona: la libertad. Es frecuente las parejas de jóvenes, casi niños, en las cuales el chico controla a la chica, ya sea espiando el móvil, o interrogándola acerca de lo que hace o deja de hacer cuando no están juntos. Esas actitudes son la semilla de futuros maltratadores. Este tipo de acciones son vistas por muchas personas, y no sólo hombres, como si la mujer fuera propiedad de su pareja. Esto ocurre en pleno siglo XXI. No son batallitas de nuestros abuelos, en aquellos tiempos donde el hombre era el jefe de la casa y eso le daba derecho a tratar a la mujer como un mueble más de la casa.

En la actualidad, pese al esfuerzo que hace la mujer para que se le trate como se merece, con igualdad, son mas que patentes los desequilibrios que hay en cualquier orden de la vida que revises: trabajo, educación, política, deporte...Esta desigualdad la mamamos desde pequeños porque se nos inculca, directa o indirectamente mediante una educación absolutamente sexista. La toleramos los hombres y de forma increíble muchas mujeres.

Hasta que todos los partidos políticos no se tomen en serio esta lacra no parará. Se necesita una profunda reforma de la educación de este país para que haya tolerancia cero desde pequeños, para que se informe de cuales son los primeros indicios en una relación que pueden desencadenar en violencia de género. Hay que incrementar el amparo de la mujer para que denuncie desde los primeros momentos que vea invadida su libertad. Tiene que existir un incremento de la seguridad que se da a todas las mujeres que hagan denuncias. Se tienen que incrementar la dureza de las penas a los hombres que se demuestra que acosan a las mujeres. Tienen que penarse a todas las personas que son cómplices de este delito, y son cómplices todas aquellas personas que lo saben y miran a otro lado. Se tiene que hacer publicidad de todos los hombres con denuncias probadas por acoso. Seguro que hay muchas más cosas que podemos hacer, pero entre todos debemos implantarlas.

Todo lo que hagamos es poco par terminar con este crimen que cada mes mata a muchas mujeres y que supone una de las vergüenzas más grande, si no la que más, que puede tener una sociedad. Tolerancia cero al machismo, a todos aquellos que se crean superiores a nadie por el hecho de tener unos órganos sexuales diferentes, porque realmente son ellos los que son inferiores a cucarachas. No quiero volver a sentir vergüenza de ser un hombre, luchemos contra ese terrorismo de una vez por todas.


sábado, 8 de agosto de 2015

¿Y la izquierda española como se posiciona delante del 27S?

A menos de dos meses de las elecciones catalanas del 27S la postura de la política española en general, y de la izquierda en particular, no se mueve un milímetro del discurso que son elecciones únicamente autonómicas y no son plebiscitarias. A mi me parece fenomenal que se crean ese discurso, pero da la casualidad que unos cuantos dicen lo contrario, con lo que la mayoría de los votantes iremos con la idea que nuestro voto puede ser decisivo para el futuro de Catalunya dentro o fuera de España. 
No voy a entrar en discusiones sobre si la mayoría sale en favor de la lista independentista se podría legalmente declarar la independencia de forma unilateral. Ni siquiera voy a entrar en discutir acerca de porqué Mas utiliza el tema de la independencia para tapar su política de recortes. Aunque no se lo crean Pablo Iglesias, Pedro Sánchez, Alberto Garzón y demás políticos nacionales, eso no es lo importante. Lo importante es que hay una mayoría de catalanes que queremos tener derecho a decidir sobre nuestro futuro, y que además muchos catalanes, no sé si la mayoría, quieren separarse de España. 

Mala solución tiene el problema con cada uno mirando para un lado

Los políticos de izquierda comienzan a darle vueltas al tema del modelo federal, de la indudable idiosincrasia del pueblo catalán y demás conjeturas, pero pocos se paran en una pregunta clave: ¿por qué quieren separarse de España? Si no sabes el porqué, no puedes dar argumentos y soluciones a que no ocurra. El argumento, probablemente legal, que el futuro de Catalunya tiene que ser votado por todo el estado es ilógico en circunstancias cotidianas. Cuando un joven se quiere ir de su casa, ¿se vota entre todos los miembros de la familia si se puede ir o no? No, se va porque se quiere ir, aunque el resto de miembros de la unidad familiar estén en contra. Seamos lógicos, no es normal que un problema como éste se simplifique con que todos debemos decidir sobre Catalunya. 
Además, por si no fuera poco con todo lo que ocurre en Catalunya, en el resto del estado existe un sentimiento generalizado anti catalán. Sinceramente no creo que esa posición, acentuada por la derecha cañí, ayude a que en Catalunya se quieran quedar en un entorno donde se percibe un tufo anticatalanista.
Es por todo esto que los políticos nacionales que son en teoría de izquierdas, de los de derecha no espero nada, deben de concentrar sus fuerzas, no en discutir las cuestiones legales de si Catalunya se puede o no independizar, sino en dar argumentos a los catalanes de como buscar un modelo que reconozca y respete su singularidad dentro de un marco conjunto. De paso no estaría de más en aconsejar al resto del estado que el camino para que Catalunya no se quiera ir no es decir que no os podéis ir porque no queremos, sino precisamente que el camino es decir no os vayáis porque os queremos. Sin este supuesto, no tendría lógica que Catalunya siguiera dentro de España.

Se quiere o no ver, es mucha la gente que quiere la Independencia