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miércoles, 10 de agosto de 2011

Recortes sanitarios (III)

Cuando lees blogs, artículos de opinión, twitters y cualquier vía de comunicación que se te ocurra llegas a la conclusión que no podemos permitirnos seguir con los recortes sanitarios cueste lo que cueste porque estamos hablando de personas, no de quitar farolas que alumbran. Personas que no pueden ser visitadas, personal sanitario que ha de trabajar más porque ni hay suplencias, cierres de hospitales, pérdidas de puestos de trabajos, etc. Todos los partidos políticos que no gobiernan se suben por las paredes y los sindicatos se hartan de convocar manifestaciones. ¿Para que ha servido lo hecho hasta ahora desde un punto de vista práctico? Desgraciadamente creo que para nada, los recortes siguen y siguen. Llegados a este punto y cuando, aparentemente existe un gran acuerdo social, ¿que podemos hacer? Creo que a nivel de sindicatos hay que hacer una macro manifestación en cataluña y decir basta. A nivel de partidos, pues no lo sé, y me encantaría saberlo. Creo que la clave la tiene el PP, porque si todos se unieran en bloque serían mayoría, pero por desgracia es no se va a dar, porque el PP está de acuerdo, osea que aviso a navegantes de lo que espera a nivel estatal a partir del 20N. Se aceptan propuestas, ¿que hacemos?.


2 comentarios:

Unknown dijo...

Que recorten en infraestructuras! Pero en sanidad o educación: JAMÁS!

Anónimo dijo...

La decisión sobre el futuro de la sección catalana del Sistema Nacional de Salud está en manos, en última instancia, del Gobierno de la Nación, pues no en vano, en la Exposición de Motivos de la Ley 16/2003 de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, se establece que, para preservar el principio constitucional de unidad del sistema sanitario, junto al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, se sitúa la Alta Inspección, a la que se atribuye el seguimiento de los acuerdos de aquél, entre otras funciones reguladas en el art. 76 y siguientes de la mencionada Ley 16/2003.

Esta realidad jurídico-política es prácticamente desconocida por la ciudadanía y por los profesionales de la sanidad catalana, de tal forma que la Generalitat hace y deshace a su antojo ante la perplejidad de los empleados sanitarios y la pasividad/permisividad de partidos políticos y sindicatos.

La línea correcta de actuación frente a los recortes de CiU-PP consiste en exigir la intervención del Ministerio de Sanidad en los términos del art. 76 de la Ley 16/2003 y, en caso de desobediencia por parte de la Generalitat, la intervención del Gobierno de la Nación en los términos previstos en el art. 155 de la Constitución.

Sólo así, es decir, sólo desde el momento en que la ciudadanía utilice todos los mecanismos que el actual ordenamiento jurídico-político español permite es cuando la Generalitat empezará a replantarse su reaccionaria política en materia sanitaria.

En definitiva, las protestas contra la política sanitaria de la Generalitat deberían realizarse ante las Delegaciones del Gobierno de España, pero no contra el Gobierno, sino para reclamar la intervención de la Alta Inspección del Estado del Sistema Nacional de Salud ante los recortes de la Generalitat.